50 AÑOS
DE PASIÓN
“Se necesita algo nuevo…” pensó Angelo Irrera cuando por casualidad un carnicero le habló de las dificultades y de los peligros en que incurría, ya que tenía que almacenar la carne en equipos sin las medidas de seguridad más elementales. En ese momento Angelo fabricaba junto a sus hermanos cerramientos de aleación de aluminio. Su innata curiosidad y la confianza en las posibilidades de este material hicieron que idease un raíl de aluminio en cuyo interior se desplazaba un gancho, haciendo imposible que se saliese.
El mecanismo del primer intercambio era sencillo, y permitía al gancho desplazarse por dos vías: recto-derecha y recto-izquierda.
Era necesario superar este límite. Así comenzó una larga serie de noches de insomnio, pensando constantemente: “Y, sin embargo, seguro que se puede hacer de alguna manera…”
Nunca hemos podido descubrir cómo la vieja esponja para sellos que Angelo toqueteaba sin cesar se ha transformado en la patente de los intercambios de tres y cuatro vías, actuales aún hoy y utilizados por muchas empresas del sector
Dejando de lado de manera definitiva la producción paralela de cerramientos, abre su empresa artesana, contrata un primer aprendiz, joven y voluntarioso, y comienza su nueva aventura.
A la espera de que el nuevo producto se conozca, es necesario pensar también en algo que ayude a avanzar a la pequeña empresa. Para completar la propuesta dedicada a las carnicerías, las inversiones se dirigen a la producción de estanterías, de mesas de trabajo y de carretillas con estantes, también de aleación de aluminio…
Este era a menudo el problema que planteaban los carniceros, cuando querían instalar en su tienda un carril pensado para ellos. Es 1987 y se presenta la nueva versión del carril, que prevé alturas reducidas para carril, accesorios y vigas de soporte, y un nuevo sistema de enganche con abrazaderas. Pequeñas medidas como redondear la punta del gancho, ofrecen al usuario de los carriles formato «mignon» una tranquilidad aún mayor.
Y así continuamente. Algunos tenían una puerta deslizante, otros la necesidad de superar un desnivel, o poder subir la carne con un elevador…
La clientela planteaba diferentes casuísticas, y Angelo, con ingenio y creatividad, buscaba soluciones para satisfacer las diversas necesidades. En nuestra empresa ha nacido la primera balanza integrada en el raíl, el elevador eléctrico de introducción automática en el carril, el arrastre de cadena, la carretilla para cuartos —una solución económica para transportar los cuartos de la zona de descarga a la cámara frigorífica…
La estantería clásica completamente de aluminio evoluciona con la introducción de dos nuevos modelos, ambos con el bastidor de las plataformas de aluminio, pero con listones y plataformas de material plástico para alimentos. La principal ventaja es la posibilidad de quitar los listones y las plataformas para una limpieza y esterilización fáciles, incluso en el lavavajillas.
Para proponernos en un mercado más amplio hemos desarrollado nuestra gama de productos dedicándonos al estudio y la realización de los expositores de fruta y verdura. Nace así una nueva sección de producción que realiza una amplia gama de productos prácticos y elegantes que desde el principio han obtenido un gran éxito.
Las solicitudes de nuestros clientes nos han llevado a realizar la línea de estanterías “Strong”, concebida para satisfacer las necesidades de elevada capacidad, amplios espacios y profundidad superior respecto a los estándares.
La intensificación de las relaciones con el extranjero hace que se cree un departamento comercial específico. Los nuevos recursos empleados han permitido satisfacer rápidamente a esta clientela con la misma atención y dedicación que desde siempre nos caracteriza.
La intensificación de las relaciones con el extranjero hace que se cree un departamento comercial específico. Los nuevos recursos empleados han permitido satisfacer rápidamente a esta clientela con la misma atención y dedicación que desde siempre nos caracteriza.
Celebramos los 50 años de nuestra empresa.
Es la respuesta que nos complace seguir ofreciendo a nuestra clientela, sabiendo que estas personas, que nos piden ayuda y asesoría, son los que nos han permitido crecer, progresar y mejorar.
Gracias por haber recorrido este camino junto a nosotros.